sábado, 14 de abril de 2007

LA VIRGEN DE LA VEGA


Su nombre es sencillo, la Virgen de la Vega, y es la protagonista de que cada 7 de septiembre comiencen unas fiestas fabulosas que duran 3 días. Nos trata bien. No nos obliga a llevarla en esbeltos y pesados soportes de plata con infinidad de velas que ponen a prueba la devoción de los más fieles a costa de la desviación de sus vértebras y del escurrimiento en sus riñones. Su madera no fue esculpida por ningún maestro del manierismo dieciochesco, ni si quiera sabemos quien la hizo. No obstante, para nosotros es la más bella y es la que hace que los vecinos de Vecilla de Trasmonte año tras año no faltemos a la cita.

LOS COFRADES

La gestión y dirección de esta fiesta corre a cargo de la Cofradía. Al frente de la misma el Juez, cargo ejercido por turno corrido. Junto al Juez los Bolleros, aquellos cofrades que también por turno corrido son designados para cada año al objeto de encargarse de los preparativos y desarrollo de las actividades a realizar durante "Las Bollas", entre otras; asistir a las ceremonias religiosas, acompañar al sacerdote en la bendición de bollas,proporcionar tractor y remolque para el traslado y posterior recogida de la Virgen desde el pueblo a las ermita, reparto de vino y pan (bollas) en la romería ......... En el año 2006 tal honor recayó en Miguel-Ángel, Santi y Abel.


PROCESIÓN ALREDEDOR DE LA ERMITA



Uno de los momentos más característicos y bellos de las fiestas es la procesión que se realiza el segundo día. La Virgen portada por cuatro mujeres es conducida alrededor de la ermita en un cortejo que encabeza el parroco junto con los remolones que celebran la misa desde la puerta. Las charlas que amenizan los prolegomenos del ritual eucarístico en diferentes corrillos son de lo más instructivas; desde las espectativas poco colmadas del ciclo medio en el maíz hasta las pautas técnicas que debería seguir Capelo para poder mejorar al Madrid. Si es que lo que no sepamos los vecillanos no lo sabe nadie.

BOLLAS PASADAS POR AGUA



Lo que parecía ser una apacible tarde se torno en un chaparrón que imposibilitó la tradicional merienda a modo de romería que se celebra en la pradera contigua al templo. Las miradas al cielo buscando una tregua antes de que acabara el rosario no encontraron consuelo.Antiguamente un pimiento picado con un leve toque de sal y una jarra de vino hacía las delicias de los comensales. Yo no llegué a vivir eso. Hoy por hoy el plato esencial es el pulpo, dejándose asomar muy de cerca el bacalao, acompañados por la siempre bien recibida empanada de tomate y atún de Cañibano. Esperemos tener mejor tiempo este año.